MENSAJE DE DIOS PADRE 015
MENSAJE DE DIOS PADRE
SOBRE LOS TIEMPOS ACTUALES
16 de junio de 1998
Hijitos Míos, hoy os voy a hablar sobre los tiempos que os tocó vivir. Vosotros conocéis los tiempos antiguos por el estudio de la historia y aceptáis con veracidad lo que los autores de los libros os han enseñado. Ellos son hombres estudiosos de las actuaciones humanas a través de todos los tiempos. Mis tiempos han sido enseñados a vosotros a través de mis autores sagrados en la Santa Biblia. Yo Vuestro Padre Celestial no tengo “sorpresas” para con mis hijos, todo lo que es, ha sido y será, está contenido en las Sagradas Escrituras. Yo Soy la Verdad y la Verdad se concede a todos aquellos que, con espíritu simple y limpio, se acercan a Mí.
En toda la historia de la humanidad ha habido tiempos difíciles y otros llevaderos, y para cada tiempo han bajado a la Tierra un tipo especial de almas, para que, guiadas por mi Amor, lleven a sus hermanos a la salvación y a un crecimiento mayor en el amor. Todo debe evolucionar para que las almas se acerquen más y más y siempre en continua ascensión en el amor hacia nuestro Creador.
El tiempo que nos ha tocado vivir y que es el que cada uno de vosotros escogisteis para servirme, es un tiempo difícil, de cambio. Pero debéis recordar que Yo nunca envió almas a la tierra sin antes haberlas equipado con todo lo necesario para cumplir su misión. Yo NUNCA abandono o dejo a sus propias fuerzas a mis criaturas, a pesar de que muchas me vuelven la espalda, Yo la sigo buscando continuamente con la esperanza de su conversión.
Muchos me consideran un Dios malo que envía al mundo desastres, hambre, muerte, etc. Creen que todo lo malo viene de Mí. Os lo vuelvo a repetir, Yo Soy Vuestro Padre y Yo Soy todo Amor, de Mí NO puede salir más que Amor, porque si no fuera así me estaría negando a Mí mismo, iría en contra de lo que es mi esencia. No hijos míos, el mal no viene de Mí, viene de Mi enemigo, vuestro enemigo en la Gracia.
Siendo el Arcángel más bello y más poderoso, se prefirió a sí mismo más que a su Creador. Se puso en contra del Amor, porque su soberbia fue muy grande y luchando contra mi fiel Arcángel Miguel, fue vencido. Yo solo le retiré el Amor, porque él se puso en contra del Amor y así ya no le podía pertenecer. Recordad que él es una criatura creada por Mí, la cree bellísima y le di libertad, al igual que a cada uno de vosotros. Y Yo cuando creo algo, no lo destruyo, Yo respeto vuestra libertad en el bien y en el mal. Cuando Luzbella fue vencido y quitado el Amor se volvió un demonio horripilante, él y sus secuaces, y me amenazó diciéndome que en lo futuro él iba a destruir toda la Creación, todo aquello que saliera de Mis Manos Creativas, y vosotros y vuestro mundo actual es la obra de salida de Mis Manos en estos momentos de la historia. Así podréis entender que si hay mal en el mundo por todos lados y si hay destrucción, odio, persecuciones en mi Iglesia y todo tipo de destrucción física y moral, NO viene de Mí; solamente lo permito, porque aunque sea un demonio, tiene la libertad que Yo le concedí desde el principio, en su creación, pero eso sí, lo limitó y nunca lo dejo actuar en su total libertad y poder destructivo, porque os amo hijos míos y porque conozco vuestras flaquezas. Yo os creé a cada uno de vosotros, para gozar de mi Reino de Amor, para gozar de mis Bienes y de mi Presencia en cada uno de vosotros por toda la eternidad. No os creé para el sufrimiento, ni para vuestra muerte eterna, entendedlo bien, hijos míos, porque muchas veces escucho en vuestros corazones de que Yo Soy un Dios injusto, que envía el mal a la Tierra, que hay hambre y miseria en muchas partes de la Tierra. Sí, hijos míos, Yo lo permito, pero recordad que de todo aquello que Yo permito, de una aparente mal, Yo voy a sacar un gran bien. Al permitir hambre y desastres ¿qué espero de vosotros? Caridad hacia vuestros hermanos en desgracia, CARIDAD. ¿Os dais cuenta? Se produce un gran bien en vuestras almas, las cuales van a trascender, ayudado por un mal que no va a trascender.
Yo busco la salvación de las almas, busco lo que es Mío, lo que va a vivir conmigo por toda la eternidad, y son vuestras almas. Usad lo material como instrumento en la santificación de vuestras almas y las de vuestros hermanos. No atesoréis cosas materiales, porque vendrá el tiempo en que se los quitaran todas nuestras pertenencias y solo os quedaréis con lo espiritual, y que siendo lo más excelso, no habréis puesto nuestra confianza en ello y flaquearéis.
La fortaleza es virtud del alma y vosotros os “fortalecéis” en las cosas materiales, y por eso, cuando les son retiradas, se sienten vacíos, se sienten sin protección, porque os estáis respaldando con el poder del mundo que es limitado, y no con el poder de vuestro Dios, que es ilimitado.
Se os quitaran vuestras cosas materiales en este tiempo y lo permitiré Yo para probaros en la fe y en la confianza en Vuestro Padre, pero no seré Yo quien lo haga, sino mi enemigo. Pero recordad que así como se os quiten las cosas materiales y vosotros me las ofrezcáis en penitencia y Amor, en la misma medida de confianza, Yo Vuestro Padre Omnipotente, os restauraré con mi Misericordia y nada os faltará. Os enfrentaréis contra un poder angelical caído, limitado, y así como Yo Soy vuestro Dios, sigo siendo Dios para mi enemigo y él tiene que respetar mis órdenes y todo lo que es Mío y vosotros sois míos.
Sí, realmente son tiempos difíciles, tanto para la humanidad, como para mi Iglesia. Pero son tiempos también, en los cuales mi Misericordia se derramará abundantemente sobre aquellos que confíen plenamente en mi Poder y en mi Amor.
Recurrid a mi Hija, la siempre Virgen María, quien no aparta su Amor de vosotros e intercede sin descanso por cada uno de vosotros en todo momento. Recurrid a San José, quien al igual que su esposa María Santísima, vela constantemente por vuestras familias y por mi Iglesia. Recurrid a mis Santos Arcángeles y Ángeles para vuestra protección física y espiritual. Recurrid frecuentemente a los Sacramentos mientras los tengáis en la forma en que ahora los tenéis, porque os serán retirados hasta la próxima Venida de mi Hijo, que con Majestad y Gloria bajará de los Cielos.
Pedid incesantemente los dones del Santo Espíritu de Amor, para que en el momento de la prueba os confiéis plenamente a Mí, Vuestro Padre, que no os fallare y os estaré esperando para gozar con vuestras almas, las que amo con todo mi Ser, por toda la Eternidad.
No temáis hijitos míos, Yo estoy en TODO momento con vosotros, confiad en Mí, como el bebé se confía plenamente a sus padres, y Yo Soy más, mucho más que un padre o madre de la Tierra. Yo Soy el Amor Omnipotente y Eterno, Yo tengo TODO el Poder y la Gloria, TODO está en mis Manos y solo a través de mi Amor podréis regresar a Mí.
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